Atentados trenes de cercanías Madrid 11 de Marzo de 2004
Ellos que se levantaron
con las primeras luces del alba
que dieron el último beso
a sus seres más queridos,
esperando ver concluir un nuevo día
no pudieron contemplar
la caída de la tarde.
Llevaban en sus corazones
las ilusiones y un futuro
ahora inexplicable.
Han sido cortadas
por las bombas, vomitando
fuego y metralla
decorando tristemente los vagones
de horror y de sangre
se han convertido
en historias incompletas.
Ellos que no llevaban
odio en sus almas
se encontraron padeciendo
lo que ellos no sembraron
mas segaron sus vidas para siempre.
Damos las gracias
a esos, por su arrojo y su coraje
ayudando a su compañero,
compañera de viaje
en aquellos trenes
madrugadores de la muerte.
Mañana otros subirán al tren
con nuevos retos e ilusiones
perdiendo la vista
en el silencio, roto
por el llanto de un niño
en el regazo de su madre.
Ojos que abandonarán el rímel
ahora enrojecidos por las lágrimas,
quizás ya no les importe,
perder ese tren
y llegar a su destino
sea una victoria inolvidable.
Mas, esas miles de velas encendidas
serán vuestras vidas
y vuestras muertes
recordadas para siempre.
Allá en vuestro eterno descanso
tengáis ese sueño placentero
y mantengáis viva la luz de la esperanza.
Hubo 193 víctimas mortales
y gran cantidad de heridos.
